Que raro es todo, porque uno piensa que ya no po', pero si po'. Lo peor es que se supone que no importa, pero uno sabe la realidad de las cosas y lo más triste es que uno le da demasiadas vueltas al asunto. Entonces te dicen que si po', pero tú sabís que en verdad tiene su dejo de amargura, y para cuando pensai que eso ya no, viene de nuevo pero con otros factores y ahí, justo ahí, todo se vuelve inevitable, porque aunque uno quiera que no pase es algo casi natural, penca po'.
Pa' ti, pa' ti, pa' mí y pa' avanzar. Pero no aprendo, soy porfiá, yo pensé que había dejado esas mañas cuando chica...pero no. Pa' la otra me la escribo en la frente: Hacerme caso en la primera reflexión. Porque a la hora que entran los otros factores, las sonrisitas y las penitas, se pudre todo.

Es como la reflexión de dos meses la verdad, resumida en unas cuantas líneas que poco importan, como yo.